En la actualidad se utilizan varios métodos para la prevención, el control y la rehabilitación de suelos contaminados con metales tóxicos. Estos incluyen, (a) relleno de tierras - excavación, transporte y deposición del suelo contaminado en un sitio de relleno de tierras permitido (b) inmovilización química de metales pesados mediante la aplicación de mejoradores como cal, estiércol de granja (FYM), fosfatos, óxidos de manganeso, etc., (c) lixiviación - utilizando soluciones ácidas o lixiviantes complejantes (EDTA, etc.) para desorber y lixiviar metales. ) para desorber y lixiviar los metales del suelo extraído de la zona contaminada, seguido de la devolución de los residuos del suelo al emplazamiento; (d) biorremediación - uso de microorganismos para degradar los contaminantes en el emplazamiento (dado que los metales pesados no pueden degradarse químicamente, la aplicación de la remediación microbiana a la eliminación in situ de metales pesados de los sustratos contaminados se limita principalmente a su inmovilización por precipitación o reducción); y (e) fito-remediación - uso de plantas especialmente seleccionadas y diseñadas que acumulan metales para la limpieza del medio ambiente, ya sea por fitoextracción o por fitoestabilización.
