La malformación venosa es una de las lesiones vasculares benignas más frecuentes, y aproximadamente el 40% de los casos aparecen en la cabeza y el cuello. Pueden afectar al aspecto y la funcionalidad del paciente e incluso causar hemorragias potencialmente mortales u obstrucción de las vías respiratorias. Los métodos actuales de tratamiento incluyen la cirugía, la terapia con láser, la escleroterapia o una combinación de ambas. El tratamiento de las malformaciones venosas pequeñas y superficiales es relativamente sencillo y eficaz; sin embargo, el tratamiento de las lesiones profundas y extensas que afectan a múltiples localizaciones anatómicas sigue siendo un reto para el cirujano.
