La radioterapia (RT) es el procedimiento estándar y ampliamente utilizado para tratar a pacientes con cáncer de cabeza y cuello con resultados satisfactorios. A pesar del avance de las técnicas de radiación, este procedimiento se asocia con frecuencia a una amplia gama de complicaciones orales, como caries por radiación, pérdida del gusto, xerostomía, eritema, mucositis, trismo y osteorradionecrosis, con un deterioro significativo de la calidad de vida del paciente. La hipersensibilidad de los dientes, la pérdida del gusto, el desplazamiento bacteriano oral y la descomposición periodontal son otros problemas preocupantes en el tratamiento de los pacientes sometidos a radioterapia. Las complicaciones postoperatorias dificultan el pronóstico del tratamiento. Por lo tanto, es inevitable proteger los tejidos circundantes de la exposición a la radiación. Para reducir los daños se suelen utilizar diversos métodos físicos, como el blindaje, la colocación adecuada y los campos múltiples. Como medida preventiva, se pueden fabricar dispositivos/stents protectores de radioterapia que se utilizan durante el tratamiento. Estos dispositivos se utilizan para desplazar la posición o blindar los tejidos o ayudar a administrar eficazmente la radioterapia a las zonas afectadas, limitando así la morbilidad posterior a la terapia.
